lunes, 9 de octubre de 2017
LA CALLE QUEMADA:
Beatriz era una mujer de 20 años de edad, que atraía a los hombres por su hermosura sin igual. Recién llegada a México, con su padre, Gonzalo Espinosa de Guevara, recibía ofertas de matrimonio de incontables hombres de importante posición.
Fue un día que Martín de Scópoli, un Marques italiano de Piamonte y Franteschelo, se enamoró perdidamente de ella, pensando que debía matar a todos sus posibles pretendientes, para así asegurar que Beatriz se fijara en él, pasaba las noches vigilando bajo el balcón de su amada, retando a quien si quiera pasara por ahí, aunque sus intenciones no fueran enamorarla, cada mañana encontraban un cuerpo, lo cual orilló a la joven mujer a un acto desquiciado.
Ella decidió acabar con su belleza para dejar de atraerlo y que él no cometiera tan terribles actos, por lo que llenó un recipiente de metal con carbón y metió el rostro, los gritos de la joven alertaron a todo el vecindario, Fray Marcos podían verle ya sin cara, con los pedazos de carbón aun incrustados en su piel.
Habiendo ya perdido el mayor de sus atractivos, y terminar con la cara toda quemada, Martín le confesó que la amaba por su interior, ganando así su corazón, se casaron meses más tarde.
Beatriz utilizó un velo blanco el día de su boda, pero después solo llevaba un velo de color negro, evitando así que alguien pudiera ver su rostro, aquel que robó los suspiros de los hombres de la época.
Cuenta la Leyenda que todos esos hechos sucedieron a mediados del siglo XVI a partir de entonces, la calle donde vivió Beatriz se llamó la calle de la Quemada, aunque en la actualidad es conocida como la 5a. calle de Jesús María.
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