Cada momento tienes una opción.
Estar ausente, o estar presente, estar en otro lugar o estar aquí, en otro lugar es el lugar donde viven el pasado y el futuro.
Un mundo sombrío, lleno de fantasmas, de acontecimientos pasados, que te persiguen con amargura y culpa, y donde sombras del futuro tallo.
Te provocan con sombríos escenarios de fracaso y pérdida, en otra parte es el lugar donde crecen los miedos, una llanura llena de amenazas y peligros, donde estás expuesto por la luz del día, como un animal cazado por los depredadores.
En otra parte es el lugar donde los deseos crecen, un desierto lleno de espejismos de placer, e ilusiones de logro, que te deja con una sed que no se puede apagar, y te convierte en un prisionero, desesperado por escapar del presente.
Pero mire a su alrededor ahora, y veo lo que está aquí. Mire a su alrededor ahora, en lo que es real y verdadero. Aquí es como una brillante mañana de primavera, donde el mundo entero está inmaculado y claro, y cada momento brilla con la esencia, suficiente para sí mismo, fuera del tiempo.
Aquí está como una pintura hermosa, una obra maestra de luz translúcida y espacio infinito, con colores que se hacen más ricos, formas que se vuelven más perfectas. Detalles que se vuelven más vívidos e intrincados, más tiempo se ve que de alguna manera sigue siendo recién pintado.
Como si el artista estuviera entre nosotros, recreando el mundo a cada momento. Aquí no hay falta, sólo totalidad de lo que es ahora, aquí no hay duda, sólo la certeza de ahora. Aquí no hay complejidad, sólo la simple verdad de ahora. Entonces, ¿por qué elegir la ausencia, cuando puede estar presente? ¿por qué estar en otro lugar cuando puedes estar aquí?
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