Científicos locos: Las momias de Knoche

En el siglo XX millones de personas migraban a países de Europa y Asia huyendo de las guerras y la pobreza debido a los estragos de la económica-social, dejando a pueblos totalmente hundidos en la miseria, por eso llegar a América era una oportunidad de oro, ya que proporcionaba facilidades para empezar una buena vida. 

En aquella época existía un doctor alemán de gran renombre, conocido como del Dr.Knoche, este hombre emigro a Venezuela, dedicándose a embalsamar a aquellas personas que según las leyes religiosas de la época, no se les podía oficiar una misa y mucho menos sepultura ya que no se consideraban creyentes.

Knoche vivía en una hacienda en lo alto de la montaña, donde realizaba sus trabajos de embalsamiento. Él vivía solo, ya que no estaba casado ni tenia familia, es decir el doctor llevaba una vida solitaria, solo acompañado de los cuerpos embalsamados “momias”. Cuando el reconocido doctor murió, nadie se hizo cargo de la hacienda ni de los cuerpos momificados.

Cuenta la leyenda que unos excursionistas encontraron las ruinas de la hacienda de Knoche. Los excursionistas cuando entraron no vieron ninguna momia a pesar de que las malas lenguas del pueblo decían que allí habría mas o menos un ejercito de ellas. 

 Lo extraño de la historia es que la policía al caer la noche, cuando las agujas del reloj tocan las 03:00 de la madrugada, no dejó de recibir avisos por parte de los vecinos, que afirmaban haber visto momias asomadas a las ventanas de las casas, en las puertas de los locales, en los callejones, siempre asustando a la gente con sus sollozos como pidiendo ayuda, para ser encontradas y darles una sepultura digna.

Lo mas terrible del caso, es que nadie sabe dónde están todas esas pobres almas.