martes, 14 de marzo de 2017

APRENDE A USAR LA PSICOLOGÍA DEL COLOR AL DECORAR TU CASA

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APRENDE A USAR LA PSICOLOGÍA DEL COLOR AL DECORAR TU CASA


Todas sabemos que los colores nos provocan sensaciones, emociones diferentes, recuerdos, etc. Dependiendo de cómo utilicemos los colores en nuestra casa, podemos sentirnos de una forma u otra. Por eso, hoy vamos a intentar conocer algo sobre la psicología del color.
Cada persona nos sentimos más identificadas con unos colores que con otros. El color es capaz de cambiar nuestro estado de ánimo, por eso es muy importante saber utilizarlos. Un color puede apagarte, estimularte, cambiar tu situación anímica en un momento dado…ya que la energía que transmiten nos afecta, aunque no lo creamos, de una manera o de otra.
El blanco es el color más inocente que hay. Transmite paz. Modera la iluminación y consigue que veamos los espacios más amplios de lo que son. Añade brillo a tu casa y tiene la gran ventaja de que nunca se pasa de moda.
Si hablamos del negro, se relaciona con la elegancia, la oscuridad. Denota estilo y poder. Es recomendable utilizarlo combinado con colores mucho más vivos. Un espacio donde abunde el color negro, puede llegar a ser algo angustioso.
El rojo es el color de la pasión por excelencia, del amor y de las sensaciones más positivas. Es el ideal para personas extrovertidas. No se aconseja utilizarlo en dormitorios, ya que suele excitar nuestro sistema nervioso. Este color transmite fuerza y vida. Lo ideal es usarlo en complementos de nuestra decoración, en pequeñas dosis combinado con el resto de elementos decorativos.
Un color ardiente, brillante y que estimula nuestra vitalidad es el naranja. Con este color darás dinamismo a la habitación. Está relacionado con el optimismo, la seguridad y el movimiento. Se aconseja usarlo en los lugares en los que hay más vida; cocinas, salones donde hagas reuniones de amigos, comidas familiares, etc. El naranja es estimulante y es muy utilizado en restaurantes, porque tiene el poder de abrirnos el apetito.
Otro color optimista y enérgico es el amarillo. Es alegre y genera buen humor. El amarillo te ayuda a desarrollar la creatividad. Ideal para espacios en los que quieras tener una actividad más activa; cocinas, salones, comedores….
Un color con efecto relajante y de los más sobrios, es el azul. Combínalo con colores neutros en las habitaciones de los niños, les invitará a descansar.
El morado es un color asociado al lujo, al misterio y a la espiritualidad. Utilizado para interiores elegantes. Tiene efectos calmantes y lo mejor es combinarlo con tonos más neutros y solo en una pared de la habitación. Genial para los espacios de meditación.
El gris es uno de los colores neutros que se suele utilizar en espacios intelectuales y espirituales. Utilízalo en oficinas y despachos, pero siempre combinándolo con algún color más vivo.
El color más femenino y romántico de todos es el rosa. Te ayuda a mejorar tu estado de ánimo cuando esté decaído. Muy utilizado en dormitorios infantiles y juveniles.
Un color que transmite paz, calma, esperanza y renovación es, sin duda, el verde. Representa vida, crecimiento y naturaleza. Es un color válido para usar en cualquier ambiente. Se puede usar en detalles o en lugares como salones y cocinas.
Con el marrón darás seguridad y protección a tu espacio. Es un color acogedor, natural y que aporta confort. Ideal para los salones.

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