jueves, 9 de febrero de 2017

CAMBIA LA LLAMADA "MALA SUERTE"

CAMBIA LA LLAMADA "MALA SUERTE"
La ley del Karma es la ley universal de causa y efecto, lo que hacemos regresa a nosotros.
El "buen Karma" y el "mal Karma" ¿qué significa? ¿Cómo saber qué es "lo bueno" y que es "lo malo"?
Debemos tener bien claro que independientemente de la cultura que vivamos, país, religión, etnia, grupo social, hay categorías que se aplican de forma general a todos y nos permiten entender claramente la diferencia entre una cosa u otra. Entonces ¿cuál sería una buena manera de identificar lo bueno de lo malo y separar esas energías? Muy sencillo:
Bueno o positivo es todo aquello que cuando lo haces no te perjudica ni daña a ti, ni a los demás, ni al ambiente y malo o negativo es todo lo que al hacerlo o decirlo te daña a ti, o daña a otros o perjudica al ambiente.
Es una regla de oro. Asi vemos, por ejemplo, que los sentimientos como el odio, las venganzas, el rencor, la envidia, la violencia, dañan a quienes los albergan, a las demás personas y al ambiente, de ahí que se consideran negativos y generan lo que se llama un mal Karma. Quienes se pasan la vida odiando, envidiando, deseando el mal ajeno, queriendo cobrárselas todas, pensando en venganzas, revanchas y egoísmos están creando un campo energético totalmente negativo que se vuelve contra ellos mismos.
Por el contrario, los sentimientos de amor, perdón, compasión, tolerancia, respeto se consideran positivos y generan un buen Karma. O sea, no es una actitud tonta perdonar una ofensa ¡al contrario! Es inteligente y sabia porque quien vive arrastrando lo que una vez le hicieron en el pasado no puede disfrutar ni vivir su presente.
El Karma y el destino no son sinónimos, Karma no es lo mismo que destino.
El Karma no es lo mismo que el destino. El destino se va forjando en base a nuestro Karma y no es inflexible y lo vamos escribiendo día a día con nuestras acciones.
Nacemos con un material genético que viene de nuestros padres: color de los ojos, textura de la piel, en fin los genes hereditarios. Inclusive hay quienes nacen con problemas físicos, pero que luego los van superando en la medida de lo posible. En ese sentido el Karma vendría a ser el equivalente a esa herencia, y el destino a lo que vamos logrando.
Por eso, a partir de ahora, cuando dudes y no sepas si lo que estás haciendo o diciendo te traerá un buen o mal Karma simplemente pregúntate ¿esto que hago me perjudica, perjudica a los demás, daña el ambiente? Y si te das cuenta que tus acciones causarían un resultado negativo canaliza tu energía en otro sentido y recuerda siempre que lo que sembramos, es lo que recogemos.

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