Se necesitan
tres margaritas, una copa de agua, una caja pequeña de color dorado o un sobre
blanco, y tres velas negras.
Lo primero a
hacer es poner la copa en el centro y luego las tres velas formando un
triángulo alrededor de la copa.
La base del
triángulo tiene que estar del lado donde tú te ubicas.
Cortar el
tallo de las flores de manera que solo quede la corola con sus pétalos y un
pequeño tallo de dos centímetros.
Ponerlas en
la copa las flores de manera que ellas floten boca arriba sobre el agua.
Luego
encender la vela y decir: “Por la trinidad que todo lo ocupa y todo lo
abarca, que (decir el nombre de él) abra su corazón y se enamore de mí”
Dejar las
flores en el agua hasta que las velas se consuman.
Luego sacar
las flores, y dejarlas al sol apoyadas sobre un papel, el tiempo necesario
(varios días) para que se sequen. Guardar el agua de la copa y tirar los restos
de las velas en un lugar donde nadie los vea.
Luego de
unos días, y de comprobar que las flores están bien secas, triturarlas hasta
hacer un polvo lo más fino posible.
Después
separar un parte del polvo muy pequeña que debe ser una décima parte del tamaño
de tu dedo meñique y guardarlo en un pequeño sobre blanco o caja de color
dorado muy pequeña.
En este
hechizo con flores para enamorar debes ser muy precisa. Vas a elegir una parte
de tu jardín que más te guste o una planta en alguna de tus macetas que sea la
preferida. Y con el resto que no guardaste del polvo de las margaritas seca,
vas a arrojarlo en la tierra y sobre ese polvo el agua que utilizaste en el
hechizo.
Piensa en él
mientras lo haces y vigila y cuida esa parte del jardín o la planta que
elegiste siempre pensando que lo que se muestre exteriormente será el reflejo
del progreso de tu hechizo.
Guarda la
cajita en un lugar que nadie vea pero que tú puedas ver.
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