Siempre he tenido fascinación por la luna, sus fases y el efecto que ella
ejerce sobre las personas, por eso, cuando me propusieron redactar un artículo,
no dudé que era el tema que quería tratar.
Antes de entrar en profundidad, me gustaría dar ciertos datos para
entender mejor este fenómeno.
Las fases lunares se producen por la
interacción entre los movimientos del sol, la luna y la tierra. En un año la
luna realiza trece recorridos en torno a la tierra. Cada lunación o ciclo tiene
una duración de 28 días al igual que el periodo menstrual de las mujeres. Por
eso la luna ha estado siempre vinculada con el sexo femenino y multitud de
culturas la adoraban durante los cultos de fertilidad en la antigüedad.
Conocemos cuatro tipos de fase lunar, que son la Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante, pero hay infinitas fases intermedias a las cuales la tradición no les ha puesto nombre.
Conocemos cuatro tipos de fase lunar, que son la Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante, pero hay infinitas fases intermedias a las cuales la tradición no les ha puesto nombre.
Está presente la creencia de que la luna afecta
a nuestro comportamiento, altera nuestros estados de ánimo etc…
Por ejemplo, durante la Luna Llena o Nueva, la luna ejerce una atracción sobre la tierra
más potente y se observa un aumento de la actividad mental. Además, la Luna Nueva es el mejor periodo para desintoxicar
el cuerpo.
Sin embargo, podemos decir que la Luna Creciente es
ideal para todo lo que tenga que ver con aumentos, con crecimiento, con
nacimiento, y la Luna Menguante ayuda
a disminuir todo lo que hagamos. Seamos conscientes de estas energías para
tener la luna de nuestra parte en los proyectos que emprendamos.
Según la RAE, cuando decimos «Eres
un lunático», nos referimos a alguien que padece locura por intervalos, como
las fases lunares, si esto es así… yo soy lunática.
¡SEAMOS TODOS LUNÁTICOS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario