sábado, 6 de abril de 2019

Cómo enfrentar problemas en la familia



Los problemas, conflictos o tensiones que a menudo se dan en la familia, generan situaciones incómodas, estrés y angustia. Te damos algunas recomendaciones a continuación para afrontarlos.

A veces es complicado acercarse y conseguir una conversación que depende, en gran parte, de la capacidad de comprensión e intimidad entre las personas implicadas para lograr solventar el problema y obtener una reconciliación.

Las personas involucradas deben darse un tiempo para pensar y plantearse la situación y las posibles opciones con respecto al otro.

El conflicto familiar afecta a todos en el círculo más cercano y resulta fundamental el conocimiento de la situación y del papel que cada uno representa en la misma.

Hay que descubrir la causa del problema, no tanto a los posibles responsables sino al qué lo originó, cómo empezó todo, en qué momento y porqué. Conocer en profundidad los detalles para tener una visión realista y comprender las circunstancias particulares que hicieron o hacen que los implicados actúen de una u otra manera, evitando hacer suposiciones.

A veces es conveniente describirlo e incluso repetir el proceso otro día o en otro momento para evitar que influyan estados emocionales como la ira, por ejemplo, que restarían objetividad.

Se debe tener en cuenta que una actitud de aislamiento o de indiferencia o ignorar el problema no es una solución al mismo. Si buscas la reconciliación tienes que interactuar con la persona con la que has tenido la discusión, buscar un acercamiento sin postergar demasiado el momento.

Expresa en palabras tu problema y escúchate a ti mismo al decirlas, te servirá para encontrar otras características de la situación en las que no habías caído, al hacerlo debes cuidar de no usar esta estrategia como un modo de descargo personal o de quitarte culpas, que haría que te mantuvieras una manera de pensar quizás errónea.

Si te cuesta demasiado el enfrentarte a un diálogo directo, puedes mostrar tu voluntad de reconciliación por escrito, con una carta, nota, o correo electrónico fijando una especial atención en el uso del lenguaje para no generar confusiones o discordias aún mayores, comunicándole la dificultad que te supone el hacer esto de manera personal.

Haz preguntas que sirvan de aclaración o que permitan debatir el tema.

Hemos de ser conscientes de que se puede querer, pero que existen limitaciones y reglas que se deben observar por ambas partes.

4 comentarios:

  1. ¡Vaya, muy interesante! He aprendido un montón, gracias por la información.

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  2. un articulo, interesante y funcional para algunas personas¡¡¡¡

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  3. QUE INTERESANTE TE ENSEÑA MUCHAS COSAS SOBRE CIERTOS COMPORTAMIENTOS

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  4. me viene genial la informacion, porque que es una familia si no hay discusiones?

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