martes, 27 de septiembre de 2016
VAMPIROS ENERGÉTICOS
Se trata de personas que absorben la energía de la gente de su entorno, algunos de ellos se los puede reconocer fácilmente puesto que son personas que sólo piensan en ellas mismas y se vinculan con los otros por conveniencia. Suelen acercarse a los demás para contarles sus problemas o pedirles ayuda. Se comportan como víctimas y tratan de provocar lástima.
En otros casos se trata de gente que actúa con superioridad y humilla a quienes tienen en su entorno, criticando sus opiniones y nunca valorando sus aportes. Tampoco faltan los que se encargan de halagar de forma excesiva, buscando inflar el ego de la persona a la que buscan vampirizar. En el fondo, sólo están tratando de estar junto a ellos para ver si pueden sacar algún beneficio propio.
El verdadero vampirismo, el energético, es mucho más común de lo que se cree y se produce cuando una persona le roba energías a otra. Cuando se produce de forma consciente es más peligroso, pero también se puede dar de forma inconsciente.
En una entrevista mencionaron que los niños y los ancianos suelen, por distintos motivos, absorber la energía de la gente que está en su entorno. ¿Eso sería un caso de vampirismo inconsciente?
Eso es correcto. Los niños lo hacen, sin querer, porque necesitan mucha energía para llevar a cabo sus actividades. Por eso buscan, de modo totalmente natural, fuentes alternativas que se sumen a la tremenda cantidad que ellos mismos generan.
Los ancianos también toman energía de su entorno pero, a diferencia de los niños, lo hacen para autoabastecerse porque no tienen suficiente. A todos nos ha pasado alguna vez que visitamos a un anciano o anciana y lo encontramos caído y sin energías. Cuando nos vamos, la persona termina viéndose rozagante, y nosotros, exhaustos.
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