LA LEYENDA DEL CABALLITO DE MAR
En la cultura celta, este precioso habitante del mar es un símbolo muy plural.
Es parte del mundo de la Diosa Deva, la Diosa de todos los mares y de todos los sentimientos y se dice que es fuerte, poderoso y servicial con todos aquellos que se acercan a conocerlo.
Se trata de una figura muy especial. No ha variado nada su estructura a lo largo de los tiempos. Estructura que le ayuda a deslizarse por los fondos marinos con elegancia como si estuviera danzando de una forma muy peculiar.
Uno de los valores que los Celtas más admiraban de esta especia es la de que el macho comparte con la hembra la crianza y el cuidado de los hijos. Ya que en aquellos tiempos era una cosa insólita en las leyes de la naturaleza. Y también el hecho de que es el macho quien cuida de los huevos desde el primer momento que son depositados por la hembra.
Para la gente de la mar, es considerado como un diminuto duendecillo de las aguas, algo así como un amuleto de buena suerte que protege sus barcos y sus redes y les ayuda a tener buena pesca.
Se dice que en el lugar donde haya un símbolo que represente un caballito de mar, habrá suerte y fortuna, sobre todo en lo que a amor se refiere. Ya que es una pequeña muestra del mundo mágico de la Diosa del Amor, Deva.
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