El agua es uno de los elementos que no puede faltar nunca en una ofrenda, para el gran Día de los Muertos en México, ya que este elemento representa pureza, calmando la sed de la persona fallecida, después del largo y cansado viaje que debe realizar el difunto para reunirse de nuevo con sus familiares vivos en la otra vida.
La sal en las ofrendas es para purificar el cuerpo de la persona fallecida y no sea poseído o alejado por las alimañas del otro mundo. También sirve como protección para el camino que debe realizar el difunto.
Las velas, ellas ofrecen la luz para guiar a nuestro ser querido por el camino correcto donde están sus familiares, en muchas culturas deben ser colocadas en forma de cruz representando los cuatros puntos cardinales, para orientar al difunto en su largo camino. En otras culturas es común encender una vela por cada familia fallecido en el núcleo de la familia.
El incienso es primordial para el Día de los Muertos en cualquier cultura, siendo utilizado para limpiar el lugar de los malos espíritus, purificando el alma del difunto para que a si pueda entrar a los hogares sin ningún tipo de peligro.
Las flores una de las ofrendas más populares en todas las culturas, representan festividad atrayendo y guiando a nuestros difuntos. Dicen que las flores hacen que nuestro familiar fallecido siempre encuentre el camino de regreso a casa.
Alimentos, es muy común que en las ofrendas se encuentre alimentos, para los adultos fallecidos se les honra con todo tipo de platos cocinados, mientras que para los niños fallecidos se les ofrenda con platos de dulces, chucherías o fruta y juguetes.